sábado, 10 de mayo de 2008

Menores violentos, una epidemia más allá de la familia o la escuela

INFORME `Menores con trastornos de conducta en Andalucía´
El Defensor andaluz detecta un aumento de las conductas violentas · Chamizo alerta del incremento de los comportamientos violentos entre jóvenes, sean patológicos o no y defiende que no existen los medios de intervención adecuados
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, alerta a la sociedad en general y a las administraciones en particular acerca del incremento importante que "parece" estar registrándose de los menores aquejados por algún tipo de trastorno del comportamiento, ya venga éste asociado a algún tipo de patología clínica o no.

Esta es la principal conclusión del último informe laborado por Chamizo y facilitado ayer a la prensa: `Menores con trastornos de conducta en Andalucía´. El documento refleja la recepción de un número importante de quejas que mostraban el desamparo de las familias por la falta de respuesta de los poderes públicos ante esta realidad.

Los menores con trastornos de conducta se han convertido actualmente en un "grave problema social", cuyas consecuencias trascienden a las propias familias, para recaer también sobre el vecindario, la escuela, el sistema sanitario o, incluso, los tribunales de justicia, dice el defensor.
Según Chamizo se trata además de un problema que rompe las tradicionales barreras sociales para afectar a familias de todas las capas y estratos sociales.

El continuo aumento de menores inculpados por delitos de violencia en el ámbito familiar, el incremento "significativo" de las condenas a este sector de la población por delitos "graves" contra las personas y las cosas empleando una "violencia excesiva e innecesaria" y la subida de las sentencias por casos de acoso o violencia escolar es el marco que presenta actualmente la sociedad.

Más delitos. El Defensor del Pueblo Andaluz cita además actitudes antisociales de menores en grupos y el aumento de los jóvenes con comportamientos disruptivos en el aula con grados significativos de reincidencia. Chamizo cree "preocupante", asimismo, el incremento del número de casos en que estos menores presentan conductas especialmente violentas o agresivas.

El ámbito social también arroja datos que alertan del aumento de situaciones conflictivas en el ámbito social y familiar y de pandillas de jóvenes violentos que atacan, roban o intimidan a otros menores o a adultos.

En definitiva, Chamizo determina que parece evidente que estos datos reflejan un incremento de los comportamientos antisociales protagonizados por menores y que son cuanto menos indiciarios de que puede haberse incrementado el número de menores con trastornos de conducta, ya que éstos son comportamientos típicos en menores aquejados de este tipo de problemas conductuales, reza el documento.

"Pero es que, además, existen una serie de datos que sí contemplan específicamente la variable del trastorno de conducta del menor y que nos llevan a concluir que, efectivamente, la presencia de este problema se está incrementando en nuestra sociedad", resalta.

Según el informe, en Andalucía 664 niños tienen necesidades educativas especiales asociadas a trastornos graves de conducta. Málaga, con 139, es la segunda provincia de la región en estos casos, por detrás de Sevilla, que contabiliza 220 alumnos.

Chamizo concluye que existen deficiencias y carencias en los procesos de atención temprana de estos trastornos, motivadas por la falta de medios y la "deficiente" organización y preparación de los recursos públicos que deberían asumir la labor de detección del problema, especialmente en lo que se refiere a los servicios sanitarios.

En este punto, reclama además la necesidad de que efectúen diagnósticos integrados en los que, además de los aspectos estrictamente sanitarios, se contemplen todos los condicionantes familiares, educativos y sociales que inciden en la valoración del trastorno que padece el menor.

También resalta igualmente carencias en los servicios educativos y sociales, demandando que se complete la red de recursos. Pide además que se elabore un plan de intervención entre las diferentes administraciones en este sentido. OM


Uno de cada cien adolescentes sufre trastornos de conducta, según Chamizo

A.F.C.
SEVILLA. Padres que literalmente no pueden con sus hijos, que incluso son víctimas de su violencia verbal y física; profesores que se encuentran impotentes para educar e incluso soportar a ciertos chicos; centros escolares que no saben como enfrentarse al problema de alumnos violentos y antisociales; menores víctimas de acoso o de violencia escolar, Estas quejas vienen llegando hace ya tiempo a las manos de José Chamizo, en su calidad de Defensor del Menor, sólo que en los últimos tiempos han pasado a ser alarmantemente numerosas. Unas 300 calcula el Defensor que tiene en sus manos. Pero esas quejas son sólo la punta del iceberg de un problema que Chamizo calcula que afecta a uno de cada 100 menores de entre 12 y 16 años.

El Defensor del Menor presentó ayer a la presidenta del Parlamento andaluz un informe especial que alerta del espectacular incremento de estos trastornos de conducta entre los menores y sobre el hecho de que no se está hablando de adolescencias difíciles, ni de problemas sociales entre niños de clases marginales. Se trata de un hecho más grave, de conductas antisociales, que pueden ser producto de una enfermedad mental, o que al menos denotan un trastorno del comportamiento en sentido patológico, y que además se produce sin motivo social o familiar aparente. Es decir en el seno de familias normalizadas en el sentido de «no desestructuradas» y de todos los sectores económicos.

«Los menores con trastornos de conducta se han convertido ya en un grave problema social que trasciende a la familia para recaer también sobre el vecindario, la escuela, el sistema sanitario e incluso los tribunales de Justicia», denuncia el Defensor del Menor.

Chamizo acompaña estas manifestaciones con datos que avalan el importante incremento «de los menores aquejados por algún tipo de trastorno del comportamiento ya venga este asociado con una patología clínica o no». Estos datos los aportan los juzgados de menores que recogen un continuo aumento de casos en que aparecen menores inculpados por delitos de violencia en el ámbito familiar y muchos de ellos por agresiones a sus familiares más directos. También los aportan los numerosos estudios sobre violencia escolar que destacan el incremento de «conductas especialmente violentas y agresivas». Asimismo, los Servicios Sociales denuncian cada vez más la existencia de situaciones conflictivas protagonizadas por «menores antisociales»

El informe de Chamizo no sólo pone el problema sobre la mesa de la presidenta del Parlamento y a la vista de la sociedad sino que denuncia el hecho de que a pesar de el problema viene creciendo hace ya tiempo no ha habido una respuesta por parte de los poderes públicos.

Chamizo reclama en este sentido a la Administración que actúe de forma coordinada para facilitar la detección del problema y sobre todo que se arbitre dentro del sistema de Salud un circuito socioeducativo para estos menores, para que no se queden sin diagnosticar como ocurre ahora.

Familias desamparadas

Así, Chamizo destaca el «desamparo de las familias» que se enfrentan a este problema porque no encuentran respuesta ni en la asistencia social ni en la sanitaria ni tampoco recursos educativos para sus hijos que muchas veces son simplemente expulsados o trasladados de centro.

El Defensor destacó como dato positivo que Asuntos Sociales tenga 12 centros concertados para menores con trastornos de conducta, pero critica que a estos centros sólo puedan acudir los menores tutelados por la propia Junta de forma que no están disponibles para los que sí tienen una familia aunque se les recomiende el internamiento. Además, Chamizo opina que estos centros deberían depender de Salud Mental y no de Asuntos Sociales para asegurar así el correcto diagnóstico y un tratamiento de los menores que son derivados a ellos. abc

Juegos peligrosos

La Unión Europea cambiará la legislación para adoptar medidas penales contra la venta de videojuegos violentos a menores

CARLOS ZAHUMENSZKY/ EL COMERCIO DIGITAL 4-2-2007

Ocurre con una periodicidad más o menos anual. De repente, un papá o mamá de pro se pasea por la habitación de los niños y descubre, con honda consternación, que sus retoños están jugando a una salvajada de videojuego donde abunda la casquería, el lenguaje soez y los tratamientos vejatorios. Cuando coincide que el horrorizado progenitor es, además, un miembro importante de la comunidad, no tarda en generarse una ola de reacciones en las altas esferas. Políticos, psicólogos, periodistas y mentes bienpensantes se rasgan las vestiduras mientras debaten la necesidad de prohibir esta corrupta y escandalosa forma de entretenimiento tan tristemente propia de los tiempos que corren.


La más reciente reacción condenatoria de los videojuegos se produjo en el último Consejo informal de Ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea, celebrado en la ciudad alemana de Dresde. La voz de alarma la dio la salida al mercado, en noviembre pasado, de un videojuego llamado ‘Rule of Rose’, en el que se muestran todo tipo de ritos de extrema crueldad realizados por una sociedad secreta de tiernos infantes en un orfanato.
El juego, de terror y calificado para mayores de 16 años, ha sido prohibido en Gran Bretaña y su venta se ha retrasado ’sine die’ en España. Ese mismo mes, un alumno de instituto de Renania del Norte-Westfalia, al oeste de Alemania, entró armado hasta los dientes en su centro escolar hiriendo a 37 personas. El joven, fanático de los videojuegos y las armas de fuego, se atrincheró en el centro y se suicidó antes de ser apresado por la Policía.
A propósito de tan macabros sucesos, los ministros de Justicia de la UE se han puesto manos a la obra para tomar medidas contra la difusión de juegos de contenido violento. El comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, anunció que la Unión Europea pondrá en marcha una fuerte ofensiva contra los juegos de carácter violento ante la falta de control en la venta de este tipo de artículos a menores. Una de las primeras medidas, que verá la luz en este semestre, consistirá en la confección de una lista negra de títulos que sirva de guía a los estados miembros para prohibir la venta de determinados juegos. Frattini admitió la imposibilidad de establecer una prohibición general para toda la UE y puntualizó que la decisión última sobre qué títulos prohibir corresponde al gobierno de cada país.
Penalizar la venta
Durante el encuentro, se proyectaron imágenes de varios videojuegos que fueron tachadas de «espeluznantes» por Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia español. Aguilar explicó que la reunión sirvió para crear un grupo de trabajo. La comisión tendrá como objetivo homogeneizar las distintas legislaciones de cada país y buscar instrumentos que permitan la represión penal de la venta de videojuegos que inciten a la violencia.
Uno de los principales problemas de este tipo de productos es que no existe un sistema de control por el que se garantice que las tiendas no venden juegos inapropiados a menores de edad. Franco Fratini manifestó la necesidad de crear un mecanismo de control que se traduzca en sanciones penales contra los vendedores en caso necesario.
Las tiendas de videojuegos no son, a juicio de los responsables de la UE, las únicas culpables en el asunto. La mayor parte de los juegos que salen al mercado se difunden también (legal o ilegalmente) a través de Internet y la red de redes es bastante más difícil de controlar. En palabras de la ministra alemana de Justicia, Brigitte Zypries, «es como prohibir la lluvia». La difusión de un juego violento a través de Internet puede frenarse si su origen está en la UE, pero nada puede hacerse si el servidor en que se encuentra se halla fuera del marco legal europeo. Zypries destacó que la legislación actual es suficiente, pero que no se aplica con el suficiente rigor.La titular alemana de Justicia no andaba descaminada porque, en realidad, sí existe una normativa paneuropea. Actualmente, los videojuegos están sujetos a un código de regulación tan estricto que ya lo quisiera para sí la industria del cine. Se trata del sistema ‘Pan European Game Information’ o Pegi. El código ha sido desarrollado por la Federación Europea de Software Interactivo en colaboración con el Instituto de Clasificación de Material Audiovisual de Holanda (Nicam). El sistema se utiliza en 27 países de Europa y, aunque no es obligatorio, se someten a él todos los principales desarrolladores de videojuegos de dentro y fuera de la UE. En España, lo usan todas las compañías adscritas a la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento.


Pegi clasifica cada juego en un rango de edades recomendadas que van desde los 3 a los 18 años. Además, el código obliga a mostrar, en caso necesario, varias etiquetas informativas sobre el tipo de contenidos que se pueden encontrar en el juego. Entre esas etiquetas se incluyen las que avisan de contenidos violentos, discriminatorios o sexistas, el lenguaje malsonante o el uso de drogas. Cada juego que se acoge al sistema Pegi está obligado a mostrar de forma visible esas etiquetas en el frontal y la parte trasera de la carátula.
Si el código existe, ¿dónde está el fallo? La mayor parte de las veces es algo tan sencillo como que el comprador pasa olímpicamente de leer las etiquetas cuando compra un videojuego. El propio significado del término (vídeo-juego) evoca un producto lúdico destinado al público infantil y muchos padres aún creen ‘ceporramente’ en la leyenda urbana de que los videojuegos son juguetes y todos son aptos para menores, lo que es un craso error. Eso cuando no se aplica aquel viejo refrán castellano de ‘ojos que no ven, corazón que no siente’ y se permite a los menores comprar juegos sin supervisión. El fenómeno también se aplica a otras formas de entretenimiento. Hoy en día es perfectamente normal ver a papás y mamás acudir al cine con sus retoños para ver películas clasificadas como aptas sólo para mayores de 16 o 18 años. Y más de la mitad de las producciones de Hollywood entran dentro de esta categoría.
Igualmente, en grandes almacenes y videoclubes es perfectamente posible adquirir películas tan poco recomendables para una mente en formación como ‘Hostel’, ‘Holocausto caníbal’ o ‘Kill Bill’. Y si el menor no encuentra a un irresponsable que le venda el juego siempre puede comprarlo en el top manta o descargarlo de Internet. Asumiendo como probada la relación directa entre las conductas violentas en menores y adolescentes y el consumo indiscriminado de juegos o películas de contenido violento, no se entiende la pasividad de muchos padres a la hora de preocuparse por la salud mental de sus retoños. Prohibir la venta de determinados videojuegos no parece una solución al problema ya que animará a los menores a hacerse con el producto vetado por pura curiosidad.Sólo la educación y la supervisión por parte de los adultos podría ser efectiva. Y para eso primero hay que conseguir que los adultos dejen de comportarse como niños y recurran a la manida opción de la pataleta cuando ven que el plato ya se ha roto y no tiene solución.

"RULE OF ROSE"

Otros videojuegos violentos

CALL OF DUTY2

GOD OF WAR

HALF- LIFE 2

Aumentan las denuncias de padres a hijos por agresiones y malos tratos psíquicos

El pasado lunes una mujer presentó su caso ante la Guardia Civil de La Carolina por maltrato de un menor de 14 años, y otra en Torredelcampo por violencia psíquica
J. E. POVEDA/JAÉN
La mujer llegó al cuartel de la Guardia Civil de La Carolina a las siete y media de la tarde del lunes. Dijo que iba a hacer una denuncia. Y pasó a relatar los golpes y malos tratos que sufría a manos de su propio hijo. El menor, que ha sido puesto a disposición de la Fiscalía por el Instituto Armado, sólo tiene 14 años. Media hora antes se había repetido una escena similar en Torredelcampo. También en el cuartel de la Guardia Civil. La madre de A.A.M. denunció que era víctima de una tortura psicológica por parte de su hijo, hasta el punto de pedir ayuda a las autoridades. En la denuncia no constan golpes ni agresiones. Sólo malos tratos psíquicos. No es normal que en un sólo día se recojan dos denuncias de este tipo. Denuncias que, por otra parte, no son para nada inusuales sino que van en aumento en los últimos años.

Según datos provisionales de Fiscalía hay constancia de que en el último año se incoaron diligencias por al menos 125 denuncias de violencia en el ámbito familiar protagonizadas por menores. El año anterior el contador de la estadística se paró en 117. Continúa así la escalada iniciada en 2004, cuando se contabilizaron 97.

Un gran número de las denuncias procede de padres avasallados por hijos adolescentes. La Fiscalía de Menores de Jaén ya alertó el año pasado del incremento de los delitos de violencia de género protagonizados por agresores de menos de 18 años. En un año (2005) se incoaron 97 diligencias que dieron lugar a 24 expedientes de reforma con medidas correctoras para los menores. El año pasado, según datos de la delegación provincial de Justicia, fueron 38 casos.

Entre los denunciantes, hay un buen número que son mayores de 65. La Red Internacional para la Prevención del Abuso al Mayor estima que cerca del 5% de las personas mayores de sesenta y cinco años sufren malos tratos en España, lo que se traduce en que, en Jaén, unos 2.000 ancianos son víctimas en estos momentos de agresiones, insultos o dejadez de funciones en su cuidado.

Los fiscales también constatan que las denuncias no siempre se ajustan a la realidad. En su última memoria anual se apunta que las denuncias, habitualmente sobre hechos puntuales, esconden una realidad mucho más estremecedora, «ya que en ocasiones se detecta que el problema es mucho mayor de lo que los padres denuncian y no se ha limitado a un episodio aislado». En Comisaría también constatan que normalmente estas denuncias no se producen sino tras mucho tiempo de aguantar lo insoportable.

sábado, 3 de mayo de 2008

Desarrollo moral en menores infractores

http://www.ehu.es/oscardiaz/Archivos/Desarrollo%20moral%20en%20menores%20infractores.pdf
La delincuencia crece entre los menores en Andalucía y hay que saber qué está pasando


Escrito por Por Andalucía LIbre
jueves, 13 de diciembre de 2007

El número de menores enjuiciados en Andalucía durante el año 2006 ha crecido de manera importante, según los datos que presentó ayer el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que hizo entrega en el Parlamento de su informe sobre menores referente a ese ejercicio. Concretamente, durante 2006 fueron enjuiciados en toda Andalucía un total de 6.619 menores. De ellos, 4.320 tenían entre 16 y 17 años y el resto, 2.299, entre 14 y 15 años. La cifra, extraída de los datos que maneja el Consejo General del Poder Judicial, refleja un importante incremento del número de estos menores que han sido encausados. Concretamente el aumento fue del 18 por ciento, ya que, un año antes, en 2005 hubo en Andalucía un total de 5.604 menores que acabaron de la misma forma. Sevilla, Cádiz y Málaga donde es mayor el número de menores que cometen actos delictivos.
Lea el informe completo de El Defensor del Pueblo de Andalucía, para más información.

viernes, 25 de abril de 2008

http://es.youtube.com/watch?v=ZRRtWyQU9eI

«Los padres deben saber que aunque sus hijos no paguen por sus actos, ellos sí lo harán» ITSASO ÁLVAREZ


«La sociedad no proporciona facilidades para que los padres eduquen a sus hijos. La falta de tiempo, la adecuación de horarios... dificultan su función educadora», dice un psicólogo. / BERNARDO CORRAL

La agresión se produjo en un cambio de clase. No hubo acoso previo. El chico 'débil', «el típico niño bueno, más bien cortado», contestó a algo que le dijo su agresor. Éste ya había tenido otros altercados en el colegio y esta vez fue expulsado por reaccionar al comentario con un puñetazo; le partió dos dientes al muchacho. «Es un chico normal, de un barrio cualquiera. Vivía con su madre y era algo mayor que su compañero, porque repetía curso», relata Rosario Camino. La letrada que ha defendido durante el proceso al menor agredido evita dar detalles.

Sucedió en noviembre de hace casi cinco años atrás, en un instituto sevillano, que hoy ha cerrado sus aulas y luce reconvertido en centro de profesores. El fallo judicial emitido por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Sevilla que ha trasladado al presente los hechos considera la del chaval una «conducta violenta y excesiva» y regaña a la madre del mismo -condenada a pagar 14.000 euros en concepto de daños morales y gastos de ortodoncia- con una «severidad» que incluso ha cogido de sorpresa a la abogada Camino.

martes, 22 de abril de 2008

Respuestas y Soluciones de un Informe Especial de la Junta de Andalucía

El Informe Especial incluye un conjunto de propuestas en forma de Recomendaciones y Sugerencias, a través de las cuales se intenta mejorar la respuesta de los poderes públicos andaluces ante el grave problema que actualmente presentan los menores con menores disruptivos. Entre estas propuestas destacamos las siguientes:
Que en el marco de los estudios sobre la salud mental de la población en Andalucía se elabore una investigación que permita conocer los datos básicos sobre la incidencia real del problema de los trastornos conductuales entre los menores andaluces, partiendo de la información existente actualmente en las Administraciones sanitaria, educativa, social y judicial.
Que de forma coordinada entre las diferentes Administraciones implicadas en la materia se elabore un plan de intervención en menores con problemas conductuales, que contemple todas las cuestiones relativas a la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de los menores afectados por estos trastornos.
Que se establezcan procesos formativos específicos destinados a los profesionales sanitarios, educativos y de servicios sociales que posibiliten una mejora en la detección temprana de los menores que padezcan trastornos de conducta.
Que se establezcan acuerdos de coordinación entre las Consejerías de Salud, Igualdad y Bienestar Social y Educación para la creación de equipos conjuntos de profesionales que bajo la dirección del profesional sanitario, tendrán como misión la valoración y diagnóstico de los menores que presenten indicios de padecer algún tipo de trastorno conductual.
Que por la Consejería de Salud se complemente la red de recursos públicos destinados a la intervención con menores afectados por trastornos conductuales de forma que contemplen todas las opciones terapéuticas que puedan precisar estos menores, incluida la creación de centros de atención global (terapéutica, educativa, social) sobre el modelo de comunidades terapéuticas para aquellos adolescentes con trastornos más graves para los cuales no esté indicado ninguno de los recursos actualmente disponibles.
Que en aquellos casos en que el plan de intervención destinado a un menor afectado por un trastorno conductual no implique su ingreso en un recurso específico y el mismo permanezca en su entorno habitual, familiar, educativo y social, se establezca un plan de seguimiento del mismo que incluya la supervisión del tratamiento del menor en los ámbitos educativo y social por parte del profesional sanitario correspondiente.
Que los recursos gestionados por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social para el desarrollo de los programas específicos "graves trastornos de conducta" o "grave discapacidad", pasen a ser incluidos dentro de la red de servicios sanitarios y gestionados por la Consejería de Salud, ofreciéndose los mismos a todos los menores que los precisen, estén o no tutelados por la Administración.
Que los recursos gestionados por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social para el desarrollo del programa específico "graves trastornos del comportamiento" se integren dentro de la red de recursos públicos sanitarios dependiente de la Consejería de Salud, aunque su gestión directa pueda seguir realizándose por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, y se ofrezcan los mismos a todos los menores que los precisen, estén o no tutelados por la Administración.

martes, 8 de abril de 2008

''Los objetores escolares'', pedantemente llamados 'Alumnos de conductas disruptivas

OPINION · LUIS AZCARATE en DDN 29 Nov La extensión de la escolarización obligatoria, establecida por la LOGSE, es el logro más apreciado del progresismo educativo. Sin embargo, tras una década de aplicación, hay que denunciar bien alto que la uniformidad de la enseñanza obligatoria constituye en la práctica una amenaza insalvable para la convivencia escolar.


Un porcentaje nada desdeñable de adolescentes se muestran completamente refractarios a la institución educativa. Sienten el colegio o el instituto como una cárcel, como un campo de concentración en que se les tortura diariamente. En el mejor de los casos reaccionan con la objeción estudiantil: se niegan a aprender. Pero con mucha mayor frecuencia se convierten en enemigos del sistema, y se dedican a boicotear las actividades lectivas, a hostigar a los profesores, a maltratar a los compañeros, a dinamitar la convivencia escolar.

Va siendo hora de que, dejando de lado demagógicos planteamientos igualitaristas, se proceda a diversificar la oferta educativa. Probablemente resultará más cara y compleja que la fantasmagórica «atención a la diversidad» actualmente vigente. Pero hay que intentar que cada alumno encuentre su lugar bajo el sol escolar, sin imponerle por la fuerza un presunto derecho contra el que se rebela abiertamente. Sólo así dejará de ser un potencial activista violento y podrá convertirse en sujeto positivo de convivencia.

La escuela "casa de tocame Roque"
Pero la convivencia en las aulas no podrá afianzarse mientras no se redefina adecuadamente la misión de la institución escolar. De un tiempo a esta parte la escuela se ha convertido en lo que algunos llaman «espacio privilegiado de convivencia» y otros denominan, con más precisión, casa de tócame Roque. En no pocas ocasiones, los centros docentes apenas son otra cosa que guarderías indiscriminadas. Y así nos va. El mismo José Saramago advertía recientemente que la escuela está para «instruir», y que «se ha sustituido de manera errónea la palabra "instrucción" por "educación"», con las funestas consecuencias que todos lamentamos.

Cuando uno va al circo, paga para que le entretengan. Pero si ingresa en un hospital, lo que pide son expertos cirujanos, no cómicos que le cuenten chistes. De igual manera, quien cruza los umbrales de un centro docente, debe tener muy claro que allí se va a aprender, que el aprendizaje es costoso pero liberador, y que la instrucción sólo puede conseguirse en condiciones de tranquilidad, de sosiego y de respeto mutuo. Mientras esto no se tenga en cuenta -y quienes deben comprenderlo antes que nadie son los miembros de la Comisión de Escolarización- el edificio de la convivencia escolar carecerá de cimientos sólidos.
+ www.diariodenavarra.es

Juzgado de Menores impone a un menor 80 horas de servicios por desorden público y vandalismo

El Juzgado de Menores de Burgos ha impuesto a un menor la realización de 80 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad, al considerarle autor material de un delito de desórdenes públicos y una falta de daños, por su participación en los actos vandálicos de Eladio Perlado el pasado 18 de agosto. El expedientado tendrá que asumir además el pago de las costas procesales causadas.
La juez considera probado que el menor participó en una asamblea vecinal el día de los hechos, contraria al inicio de las obras de construcción del aparcamiento en el Colegio San pablo, y que después se dirigió hacia el perímetro de las obras del citado parking. La sentencia también considera probado que este joven contribuyó al derribo de las vallas de las obras, en el insulto y amenazas que se profirieron contra los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local, y en el corte de tráfico. En el apartado de hechos probados la juez detalla que el grupo en el que se encontraba el acusado volcó varios contenedores de reciclaje y lanzó botellas de cristal y otros objetos contra los agentes, además de incendiar contenedores de basura, una caseta de obra y mobiliario urbano.
La resolución judicial reconoce que el menor pertenece a una familia “normalizada”, compuesta por ambos padres y dos hermanos, con una estructura estable e integrada, “capaz de implantar normas y proporcionar al menor los recursos necesarios para una educación adecuada y de ofrecer apoyos afectivos suficientes”. También considera que este joven participa “escasamente en la dinámica familiar”, y que es “un tanto anormativo en el cumplimiento de horarios”. Según describe la resolución, el menor cuenta con “un notable” retraso escolar, y su comportamiento comienza a ser “disruptivo”, y ha sido expulsado de dos institutos.
La juez concluye que el joven necesita mejorar su autoestima, confiar en sus capacidades y aprender técnicas que le ayuden a controlar su impulsividad, así como que si existe implicación del menor en los hechos “se trataría de algo coyuntural en su repertorio conductual habitual, motivado por la presión del grupo y otros factores situacionales”. Contra esta resolución cabe un recurso de apelación en los cinco días siguientes al de su notificación ante la Audiencia Provincial de Burgos.

Tres jóvenes vejan a un discapacitado y lo difunden en Youtube

JESÚS GARCÍA - Barcelona - 03/04/2008

Jaime Barbero ha padecido humillaciones toda su vida. El hombre, que sufre una disminución psíquica severa y tiene 46 años, sigue recibiendo golpes e insultos de algunos jóvenes de Martorell (Barcelona). Con una diferencia: los tres chicos que le molestaban últimamente se dedicaban, además, a colgar sus fechorías en Youtube, el popular portal de vídeos de Internet. Los jóvenes obligaban a Jaime a romper baldosas con la cabeza, a hacer flexiones y a consumir drogas, mientras grababan la escena con sus móviles. Ahora están detenidos.

La hermana del discapacitado descubrió los vídeos -ocho, en total- y denunció el caso. En las imágenes se observa cómo los chicos ofrecen a Jaime hachís a cambio de que actúe para ellos. Agentes de los Mossos d'Esquadra identificaron a los tres implicados: Sergi S. G., de 22 años, Josep F. C., de 23, y Juan C. M., de 22, todos vecinos de Martorell. Están acusados de delitos contra la integridad moral, la salud pública y de trato vejatorio.

La víctima es muy conocida en el barrio. Trabaja en un centro especial y los fines de semana pasear por la zona.

Periódico El País

lunes, 7 de abril de 2008

El gran padre vigila la red

Una experta en internet presenta una guía sobre los riesgos del ordenador y el móvil en menores y las herramientas de control de que disponen sus progenitores.

PELIGRO EN LA RED. Una niña observa un ordenador acompañado de su madre

«Quizá su hijo nunca buscará intencionadamente ver los senos delicados de una modelo. Pero puede que busque para un trabajo escolar la leyenda de las flores del mar y que se encuentre con una visión nada edificante de la anatomía de Mar Flores. Los niños necesitan ser protegidos del pederasta, del ladrón internacional pero a veces también de sí mismos». La anécdota contada por Juan V. Oltra, ingeniero informático, profesor de universidad y «padre preocupado», prologa el libro 'Técnicas de hacker para padres. Cómo controlar lo que hace tu hijo en el ordenador (Creaciones Copyright, 2008), de Mar Monsoriu Flor, un interesante, oportuno y práctico manual que pone a los padres en alerta sobre los riesgos del uso de internet y los móviles por parte de los menores y les aporta herramientas para protegerles. El peligro de los pederastas acecha en todas partes, pero puede que internet sea la ventana más abierta a todo tipo de riesgos, y no sólo para que dañen a los menores que desconocen aún cierta parte de la sociedad, sino para que ellos mismos no se conviertan en pequeños “delincuentes”.

La preocupación de las madres está más que fundada, en opinión de Monsoriu, experta en internet: «Llevo más de diez años recibiendo llamadas de gente cuyos hijos se han metido en algún lío. Padres que me llaman desesperados sin saber bien qué hacer cuando ven en una web una foto de su hija de 14 años en una pose súper provocativa. Cuando descubren que su niño de 8 años, en el perfil de Messenger, ha puesto información personal y sobre el hogar que puede poner en peligro tanto a él como al resto de su familia. Cuando los hijos reciben amenazas, cuando las menores tienen un cibernovio adulto, cuando los adolescentes se enganchan al ordenador y no hay forma de que se vayan a dormir a una hora razonable, o cuando los niños hacen pagar facturas descomunales de teléfono móvil a sus enfadadísimos padres».

Son sólo unos ejemplos. Hay muchos peligros, es cierto, pero también existen ayudas. En su guía, Monsoriu enseña técnicas de control y vigilancia -«de 'hacker' bueno», lo llama- para: programar el ordenador para que los hijos puedan usarlo sólo en el horario que los padres estimen oportuno, para limitar el tiempo de acceso a internet, decidir qué programas se instalan e impedir que los niños puedan instalar otros sin consentimiento, supervisar las webs que visitan, controlar las relaciones nuevas que los niños y jóvenes establecen en la red, vigilar todo lo que escriben en el Messenger y otros chats, e-mails, foros y blogs, o ver desde cualquier otro ordenador lo que hacen Auténtico espionaje de 'gran padre'.

Los datos anteriores son muy importantes y llamativos, además de para evitar algún tipo de peligro contra sus hijos, también para evitar conductas disruptivas indeseadas de la noche a la mañana. No sólo corren peligro ellos, sino todas aquellas personas queridas que conviven diariamente con el menor.

¿Quién puede poner la mano en el fuego por un hijo que puede aprender de “todo” en esta sociedad donde toda la información acecha las vidas de estos menores?

lunes, 31 de marzo de 2008


LA OTRA HISTORIA DE PEPITO GRILLO

Pepito Grillo tuvo mala suerte,nació en el lugar equivocado en el momento equivocado. Él no lo sabía pero le iban a suceder muchas cosas, una de ellas podrían ser malos tratos, otras delincuencia, también coqueteos con las drogas a edades muy tempranas, demasiadas tempranas, faltaba mucho a clase pero a nadie le importaba, su padre murió hace mucho, su hermano mayor nunca se ocupó de él, demasiado ocupado en su negocio de cannabis y cocaína solo se ocupaba de él para ofrecerle unas caladas, su madre dormía casi todo el día, el estar con 10 hombres por noche cansa mucho. Pepito se hizo mayor, era todo un experto en eso de robar y reirse de las normas sociales.
Un día mientras dormía su madre entro en su cuarto:”Pepito, que han venido a llevarte a un centro de menores”

Pepito fue separado de su familia, pero Pepito no era consciente de lo que pasaba. En su nueva casa decidió continuar haciendo lo que le habían ensañado y aprendido.
En su comunidad decidieron que no tenían ningún recurso para él. Fue mandado a otro sitio a centenares de kilómetro de su casa. Allí cumplió 13, 14 ,15, 16, 17 años….Pepito se acerca a la mayoría de edad, aún no está preparado, el cree que sí aunque en su fuero interno sabe que el mundo se lo va a comer,se lo contó a Barbu una vez. Tiene miedo,se sabe incapaz de controlarse, además no sabe hacer nada.

La consejería de asuntos sociales de su comunidad lo ha mantenido en la burbuja del sistema de protección durante años. Miles de euros después, en este mundo todo se comprende mejor si adjuntamos una cifra, Pepito abandonará el sistema de protección, de raza gitana(problemilla en este país xenófobo), medio analfabeto, sin formación se va a enfrentar a mundo con una edad el la que yo era un niñato con mayúsculas.
La sociedad le va exigir lo que no se le exige a niños de su edad. Hemos estado llevando a Pepito por un alegre sendero hasta llevarlo a un lado del barranco, el problema es que hemos olvidado construir el puente.
¿Quién se atreve a darle el empujón?

¿ a alguien le importa? La respuesta me temo que es no
¿alguien esta interesado en resolver este incongruencia? Creo que no
¿alguien se ha parado a pensar lo mal montado que esta todo? Espero que si
¿me equivoco en mis reflexiones? Seguramente si

Trasladan a un menor del centro de Loiu al atacar con un cristal a un educador
El trabajador, que sufrió cortes en tres tendones de una mano y en una pierna, tuvo que ser operado

ESTIBALIZ SANTAMARÍA/LOIU









Un menor residente en el centro de acogida Zabaloetxe de Loiu ha tenido que ser trasladado al de Zumarraga después de provocarle graves heridas a uno de sus educadores durante una discusión. Los hechos ocurrieron hace dos semanas, cuando el joven atacó con un cristal al trabajador del centro, causándole cortes en una pierna y, sobre todo, en una mano. La víctima tuvo que ser operada ese mismo día al comprobar que tenía tres tendones dañados. Aunque el primer diagnóstico fue más pesimista, parece que recuperará totalmente la movilidad de la mano.

Al día siguiente de la trifulca, el joven fue trasladado el centro de menores de Zumarraga, donde se encuentra a la espera de acudir a la Fiscalía de Menores. Llevaba poco tiempo en Loiu, a donde llegó derivado del centro de Amorebieta por motivos de espacio. Los responsables de la residencia aseguran que nunca había protagonizado ninguna situación similar, pero un compañero del educador herido no comparte esta versión. «Ya había tenido otros amagos de conflicto. Una vez destrozó mobiliario del centro, rompiendo varias ventanas», describe el trabajador. «Además, este chaval tenía dos causas pendientes en San Sebastián y Santander por agresión a educadores o a compañeros y tiene una orden de repatriación de Barcelona, por la que los Mossos d'Escuadra le tenían en busca y captura para llevarle a Marruecos».

Por ello, este educador lamenta «la falta de coordinación y de información» entre los centros y asegura que los trabajadores se encuentran «indefensos y sin respaldo» en su puesto, ya que «este tipo de trifulcas son muy habituales. Son chavales complicados que admiten muy mal cualquier negativa».

Diez ingresos al mes

El director del centro Zabaloetxe no comparte esta versión. Según Carlos Sagardoy, «nos encontramos en un momento mucho más tranquilo que otras épocas, sobre todo desde la apertura de los centros de Berriz y Amorebieta». Una sensación compartida por varios comerciantes y hosteleros del pueblo. Loiu ha dejado de ser un centro de primera acogida, para convertirse en residencial y, tal y como explica el director, «nos llegan chavales más estables y controlados. Además, ahora recibimos una media de 10 ingresos al mes, frente a los 30 que teníamos antes».

En cuanto al supuesto pasado violento del menor, Sagardoy afirma que en su expediente no aparecía ningún conflicto anterior y niega que exista falta de coordinación e información entre los centros de acogida. «Yo participo en la Red Estatal de Solidaridad para Menores y allí muchos centros compartimos proyectos y contrastamos informaciones concretas sobre el motivo de los traslados», subraya. En el caso de este menor, llegó a Vizcaya desde Barcelona, un camino bastante habitual ya que «algunas comunidades como Cataluña, debido a la saturación en los centros, han optado por repatriarlos. Los chavales los abandonan y buscan otra oportunidad en las demás autonomías», detalla.

jueves, 27 de marzo de 2008



Los educadores alertan de la saturación del Zambrana y las continuas agresiones
La Junta justifica que las medidas de seguridad son «suficientes» y afirma que el centro cuenta en la actualidad con 59 internos sobre una capacidad máxima de 70

«Trabajar allí supone un riesgo constante para los educadores al estar expuestos a agresiones de todo tipo en unos pasillos que carecen de cámaras de seguridad dentro de unos espacios enormes de los que está encargado un solo vigilante», asegura un empleado del centro de menores Zambrana.Los trabajadores de las instalaciones del paseo de Juan Carlos I, en Delicias, criticaron ayer, a raíz de la brutal agresión que sufrió uno de ellos el lunes de la semana pasada, «la total impunidad con la que actúan unos menores para los que el castigo máximo por golpear a un educador es de siete días de aislamiento». Ese precisamente fue el castigo que ayer culminó J. S. A., el dominicano de 18 años que golpeó con una muleta en la cabeza a un educador en quince ocasiones y que ha vuelto a incorporarse a su unidad ordinaria a pesar de que un informe psicológico advierte sobre sus trastornos mentales.

Habitaciones duplicadas

Los educadores alertan también de la saturación de un centro de reforma que alberga, según su testimonio, «a cerca de setenta internos cuando su capacidad operativa real no pasa de cincuenta», lo que obliga a «meter literas y duplicar habitaciones con los consiguientes problemas para atender a los internos en condiciones».
Eso al margen de la «falta de seguridad» que los educadores consideran que padece el Zambrana como un mal endémico y que propicia situaciones como la del día de la agresión, cuando la víctima se encontraba sola en un ala del edificio con los menores.No opina lo mismo el gerente regional de Servicios Sociales de la Junta, Antonio Sáez, quien considera que la actual plantilla de 40 vigilantes y 76 educadores «es suficiente para asistir a los -según su testimonio- 59 menores que están internados ahora mismo en el Zambrana». Un centro que, según su responsable político, cuenta con una capacidad máxima para acoger a setenta chicos.

Con respecto a las críticas vertidas por los educadores sobre la falta de medidas correctivas contra los agresores, Sáez justifica que «esas decisiones dependen directamente de los jueces y fiscales de menores y nosotros nos limitamos a acatar las medidas que dictaminen», además de añadir que «incluso las decisiones como el aislamiento no las podemos adoptar unilateralmente».El gerente regional resume que «el razonable buen funcionamiento de un centro en el que no hay que olvidar que están internados menores conflictivos lo refleja la ausencia de incidentes graves en los últimos dos años».

Vidas en peligro

No opinan lo mismo los trabajadores del Zambrana consultados. Estos coinciden en lamentar la «pasividad de la Junta ante las agresiones constantes que llevamos sufriendo a diario desde hace años y que estamos aguantando hasta que ves cosas como la del lunes y te das cuenta de que tu vida realmente corre peligro».Los educadores señalan la, a su juicio, «ineficacia del plan de riesgos» elaborado hace poco más de un año por la Junta -con más de dos años de retraso- y que «no contempla la forma concreta de actuar ante agresiones graves».Antonio Sáez, por su parte, insiste en destacar la «correcta gestión» de unas instalaciones en las que «las medidas de seguridad y educativas son suficientes», si bien reconoce la imposibilidad de que «no se produzcan incidentes de ningún tipo en un centro» que acoge a menores problemáticos

martes, 25 de marzo de 2008

Hijos agresivos, padres desorientados

Casi dos de cada diez adolescentes desarrolla alguna forma de agresividad durante esta etapa de su vida. La incapacidad para expresar sus emociones y dialogar es el caldo de cultivo de sus actitudes violentas contra compañeros, padres o maestros, han advertido especialistas reunidos en el reciente 56 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Los pediatras proponen medidas para ayudar a los padres y a los mismos adolescentes a comunicarse mejor entre ellos. Toma nota.


Los expertos estiman que entre un 11 y un 16 por ciento de los adolescentes españoles desarrollan alguna forma de agresividad, ya sea mediante acoso escolar o bullying, violencia contra los padres, maestros o cualquier otro adulto. Se trata de un porcentaje que ha crecido sustancialmente en los últimos años, como han destacado los especialistas reunidos en Barcelona con motivo del 56º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

En palabras del doctor Josep Tomás i Vilatella, pediatra y psiquiatra del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, el incremento claro de los casos de agresividad se debe a "una menor capacidad para expresar los sentimientos y para dialogar por parte de los adolescentes de hoy día".

Para este especialista, actualmente el adolescente carece de las habilidades técnicas y sociales necesarias para desarrollarse en sociedad. Mientras que el adulto utiliza el lenguaje para expresar sus sentimientos, mediante el diálogo, reduciendo la tensión emocional y alcanzando una satisfacción personal, el lenguaje que utilizan habitualmente los jóvenes no les permite canalizar sus emociones.

Según el doctor Tomás i Vilatella, "la jerga adolescente, que con pocas palabras expresa multitud de situaciones, reduce infinitamente los matices, produciendo una situación de insatisfacción y dando lugar a que aparezca el lenguaje corporal que, en ocasiones, puede ser negativo". Así, según este especialista, "la violencia no es sino el fracaso del mecanismo de expresión de los sentimientos".

El doctor Tomás i Vilatella añade que esta incapacidad de comunicar sus sentimientos, que siempre ha existido, viene reforzada hoy día por la sociedad de consumo. "El niño y el adolescente de hoy se encuentra en una situación muy aislada y expuesto a modelos y conductas contradictorios, que no son los que ve en su casa. Esto le produce una situación de perplejidad y desorientación respecto a lo que está bien y lo que está mal, que tampoco mitigan los padres a través de la conversación y el diálogo". De hecho, en palabras del doctor Tomás i Vilatella, muchas veces son los mismos padres los que desarrollan conductas agresivas hacia otros adultos que sirven de "mal" ejemplo para sus hijos.

Jóvenes agresivos: ¿nacen o se hacen?

Diversos trabajos desarrollados por especialistas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), hablan de dos tipos de conductas agresivas: la proactiva y la reflexiva o secundaria. La primera de ellas parte de la propia constitución del individuo, que es incapaz de controlar sus impulsos y genera una respuesta violenta, sin que exista estímulo desencadenante, según han recordado especialistas en el Congreso de la AEP. De esta forma, busca su satisfacción a través de su comportamiento.

Por otro lado está la agresividad secundaria, que "es la más frecuente y es la que está aumentando en los últimos años", señala el doctor Tomás i Vilatella. En estos casos, la conducta agresiva surge como consecuencia de una situación desencadenante.

Pero, para que se produzcan este tipo de comportamientos, sea cual sea su causa, los expertos consideran necesario que se den tres factores esenciales: "En primer lugar, el niño ha de tener una predisposición para ello; en segundo, es necesario que exista un terreno adecuado para que algo de lugar a una respuesta agresiva; y finalmente, ha de existir una causa perpetuante que haga que dicha respuesta se produzca

repetidamente", explica el doctor Tomás i Vilatella.

Agresividad: medidas de choque

Los especialistas reunidos en el Congreso de Pediatría han admitido que la violencia adolescente es compleja de abordar pero no imposible. En ese sentido, según el especialista es necesario plantearse varias medidas:

1. Aumentar la autoridad moral en la escuela

2. Evitar las medidas punitivas sistemáticamente y sustituirlas por otras dialogantes, inductoras y facilitantes,

3. Desarmar la impulsividad de los padres que, por una parte son capaces de chillar y enfrentarse al maestro o al médico y, sin embargo, no lo son para imponerse a sus propios hijos.
¿Aumentan contenidos educativos en TV infantil?

Estudio del Consejo Nacional de Televisión muestra que aumentaron a un 82% las temáticas que entregan enseñanzas

Conductas disruptivas

En la medición del Barómetro de la Calidad de la Programación Infantil se incorporó por primera vez la presencia de conductas disruptivas, es decir, egoísmo, deshonestidad, manipulación e insolencias, entre otras. Estas representaciones aparecen en el 77% de los capítulos. "Hay una tendencia de la industria que tiene que ver con la aparición de los tweens y con una mirada más irreverente de los personajes de la programación infantil hacia el poder, la autoridad, los profesores y los padres. Se ve una cierta rebeldía que se está reflejando y que antes no existía", acota Patricia Politzer. Pero, si bien la presencia es alta, sólo en un 6% es relevante en la acción del programa, mientras que el 42,2% y el 51,8% es irrelevante y medianamente relevante, respectivamente.

Para Dolores Souza, sicóloga y directora de estudios del CNTV, "es novedoso cómo se presenta la relación con los adultos de modo más horizontal, aunque es difícil separar cuándo es irrespetuoso o gracioso y horizontal".

Violencia irrelevante

Uno de los indicadores que dejó conforme al Consejo es que la violencia en los programas para niños en más bien irrelevante. "La que se muestra es a veces lúdica, marginal, se presenta de manera incidental dentro del capítulo, pero no como elemento central", indica Patricia Politzer.

Esto se ve en especial en los programas de producción nacional, que son los que menos exhiben estos contenidos, en comparación con los extranjeros.

Estudio muestra que hay pocos programas para preescolares

Uno de los grupos abandonados por la programación infantil son los preescolares. "La industria debería hacer un esfuerzo porque hay pocos programas para menores de cuatro años", indica la presidenta del Consejo Nacional de Televisión, Patricia Politzer.

Aunque admite que es preocupante que niños de menos de dos años estén viendo TV, indica que al menos deberían estar expuestos a programas adecuados a su edad.

Entre las razones de este vacío está el costo de estas series: "La producción para preescolares es de alto nivel, por lo que es más cara. Son programas más complicados en sus guiones y producción", detalla. Advierte que, pese a que son pocos (6,6% de la programación de TV abierta), son de alta calidad, sin violencia y con un contenido mínimo de lenguaje inapropiado y conductas disruptivas, las que -además- son irrelevantes.

Los trastornos neuropsiquiátricos podrían elevarse en un 50% y ser una de las 5 causas más comunes de morbilidad, mortalidad e incapacid en menores

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en España existen entre 620.000 y 780.000 menores afectados con trastornos del comportamiento y se calcula que hay 1.300.000 con riesgo de padecerlos. Además los profesionales reunidos por la Fundación Internacional O'Belén en relación al IV Congreso Internacional sobre Trastornos del Comportamiento en menores, celebrado en Palma de Mallorca el pasado fin de semana, aportaron diez medidas necesarias para prevenir y responder a las preocupaciones que plantea el "creciente fenómeno de las conductas disruptivas en menores y avanzar así en la solución de un problema social cada vez más acuciante". Asimismo, se dio especial relevancia a las terapias de ayuda para los trastornos de conducta que pueden ser aplicadas en la escuela, el entorno familiar, la salud y los sistemas de protección y justicia.
El presidente de la fundación, Emilio Pinto, señaló que los trastornos del comportamiento en menores "son uno de los mayores problemas que sufre nuestra sociedad, por que requiere una intervención eficaz, urgente y coherente que involucre a todos los agentes sociales y que, de no actuar a tiempo, esto producirá un grave deterioro en nuestro tejido social".
Entre las medidas citadas, se propuso la universalización del acceso gratuito a los servicios públicos de atención especializada en trastornos del comportamiento a todos los menores en riesgo y no sólo a los que están dentro del Sistema de Protección o Reforma; la potenciación del trabajo en red, involucrando a las Administraciones sociales, sanitarias, educativas y judiciales en la búsqueda de respuestas, y la disposición de recursos para el tratamiento de los casos graves y de servicios de consultoría en los casos leves y moderados.
En la misma línea, la organización pidió una investigación cualitativa y cuantitativa en este ámbito que sirva de base de formación y capacitación de quienes están en contacto con el problema, y la realización de cambios necesarios en todos los ámbitos y no sólo en lo que afecta a la protección del menor.
De hecho, indicaron que "sólo grandes cambios sociales pueden modificar la tendencia de crecimiento de los trastornos del comportamiento en España". Asimismo, se promovió la creación de un observatorio de estos trastornos, una plataforma de coordinación, conocimiento y apoyo a las familias y profesionales del sector mediante un teléfono de atención y el soporte informático necesario, involucrando a instituciones públicas y privadas. Además, el organismo apuntó hacia la reflexión y valoración "adecuada" antes de ingresar a los menores en centros de reforma, "al no ser éstos los lugares adecuados para el tratamiento de estos trastornos", y se propuso "la no estigmatización de los menores con diagnósticos alarmantes e inamovibles". Finalmente, se aconsejó el análisis de la intencionalidad de un comportamiento para discernir entre la pertenencia o no a lo patológico, ya que no todos los comportamientos se identifican con un trastorno; y la sensibilización a la sociedad, a través de los medios de comunicación y de las instituciones implicadas.

Cada día me llegan más casos de PADRES VÍCTIMAS DE HIJOS AGRESIVOS.

Un niño consentido puede terminar siendo adolescente agresivo.

Es en el hogar donde se puede variar el perfil arisco del mundo. Autoridad, competencia y confianza son las armas de los padres educadores. Las agresiones no se dan en niveles socioeconómicos bajos ni en gitanos.

Hace ya una década que Javier Urra Portillo, psicólogo de la Fiscalía del menor, supo, y lo publicó, y lo repitió hasta la saciedad, que la violencia real no estaba en las calles ni en los institutos sino en el hogar, que los niños eran generalmente las víctimas de esta violencia pero también, ocasionalmente, los agresores. Aquel ocasionalmente se ha ido acentuando con el tiempo. Al despacho de Javier Urra llegan ya, con una frecuencia cada vez más alarmante, padres pidiendo ayuda, padres que no saben cómo controlar a hijos apenas adolescentes, padres que han perdido toda autoridad, y lo que es peor, padres tan angustiados como asustados porque ya han sufrido los primeros embates de una criatura sin control alguno que para conseguir lo que quiere, aquí, ahora, ya, no duda en utilizar no ya el chantaje, el engaño, y las amenazas, sino la violencia física pura y dura. Sobre todo ello Javier Urra ha escrito un libro desolador y también ejemplar que muchos padres deberían aprenderse de memoria para evitar su propia infelicidad y la de sus hijos. Lleva un título, «El pequeño dictador», editorial La Esfera de los Libros, muy acomodaticio que seguramente a él no le habrá gustado demasiado porque enuncia con paños calientes una realidad mucho más dura.

En realidad los pequeños dictadores que él conoce y de los que habla son criaturas despóticas y crueles que si nadie les abre la mente a tiempo con una buena ración de disciplina y racionalidad terminarán llenando los reformatorios primero y las cárceles después. «Seguramente el título es demasiado blando para la realidad que denuncio» explica Javier Urra, «aunque ya se aclara en los dos subtítulos: Cuando los padres son las víctimas y Del niño consentido al adolescente agresivo. Yo soy consciente de que seré criticado por muchos, que me llamarán alarmista y me acusarán de estigmatizar a niños y jóvenes... Ya sé que en la mayoría de los hogares la relación padres/hijos funciona muy bien y que ambos se sienten mutuamente orgullosos, se comprenden, se respetan y se quieren. Pero no tengo mas remedio que denunciar una realidad que está creciendo exponencialmente ante mis ojos, día a día, y eso pese a la resistencia de los padres a asumirla. Es muy duro para un padre o una madre admitir que su hijo le pega porque delata un clamoroso fracaso educativo».

Rabietas sin respuesta

P.- ¿De qué tipo de niños hablamos?

R.- Se trata en su mayoría de hijos únicos, o hijos últimos, cuyos hermanos han abandonado ya el hogar y que tratan de imponer su propia ley en casa. Son niños caprichosos, sin límites, que dan órdenes a los padres, que organizan la vida familiar, que quieren ser constantemente el centro de atención. Son desobedientes, desafiantes, no aceptan frustración alguna... Lo que quieren, lo quieren al instante... y si no se les pone límite, si los padres no ponen coto a sus desmanes seguramente se convertirán en adolescentes conflictivos mucho más difíciles de controlar.

P.- ¿En qué momento se da ese primer paso que luego ya es imparable?

R.- Se da a edades muy tempranas y por cosas absolutamente normales en un niño. Es normal que un niño coja una rabieta cuando no consigue lo que quiere. Lo que no es normal es que el padre y la madre no sepan encauzar esas rabietas, no sepan que un niño debe aprender a no tener todo cuanto quiere, no consigan enseñarle cómo afrontar una frustración, algo que necesariamente el niño tendrá que aprender para poder desenvolverse el día de mañana en la vida...

P.- Así que empieza con rabietas inocentes mal llevadas por los padres...

R.- Ese niño que tira el bocadillo que lleva de casa porque lo que quiere es un donut, y va la madre y se lo compra. Ese niño que no cede el columpio en un jardín público sin que la madre haga la menor señal para obligarle a dejarlo y enseñarle a compartir las cosas. Ese niño que pega desde muy crío sin que nadie le enseñe que eso nunca debe hacerse... Esta mañana en el aeropuerto he visto una familia con un crío que no tendría más de tres años que le dio una patada a su abuelo cuando le dijo que no pusiera los pies en el asiento, ante la absoluta impasibilidad de sus padres... Jamás se debe hacer una broma sobre un niño que pega incluso si es pequeñito. El niño no es responsable a esa edad, pero sí sabe cuándo se le habla en serio. Los padres son los responsables de su educación. Si nadie le enseña desde pequeñito que nunca, nunca, se debe tratar con violencia a una persona, crecerá ignorante, creerá que pegar es un derecho adquirido y seguirá pegando mientras con ello consiga lo que quiere.

P.- ¿Qué realidad contradictoria se está dibujando? Hay que proteger niños maltratados por sus padres y a padres maltratados por sus hijos...

R.- Hemos pasado de una educación de respeto absoluto, casi de miedo al padre, al profesor, a las autoridades que la sociedad establece, en la que ciertamente se han cometido y se siguen cometiendo muchos abusos de autoridad, a una sociedad permisiva que educa a los niños en sus derechos pero no en sus deberes. De los niños traumatizados hemos pasado a la parálisis educativa por no traumatizar al niño. Se les cede, se les permite, se les ofrece todo lo que sus padres no tuvieron y ahí, en ese toma y daca, es donde muchos padres han perdido el norte, la autoridad y la fuerza moral.

«Niño agenda» y «niño llave»

P.- La vida de muchos padres es difícil: el trabajo, los horarios, las propias tensiones personales...

R.- Lo sé, lo sé... Vivimos contra reloj, no hay tiempo de escuchar, de contar cuentos o jugar con los hijos... Estamos demasiado cansados. Los niños viven ese estrés, son «niños-agenda» que van de una actividad extraescolar a otra, o niños que pasan mucho tiempo solos, o niños que deambulan entre la casa de un padre y una madre separados... Y luego los problemas de la propia estructura familiar, familias con uno o dos hijos, con lo que los «reyes de la casa» seguirán reinando toda su vida, familias nucleares, madres primerizas que se encuentran solas en su tarea, parejas separadas que ceden para evitar conflictos...

P.- Y el mundo, además, se ha hecho mucho más complejo...

R.- Y las diferencias educativas, los modelos, son múltiples y van desde los «niños-llave» que llevan colgada al cuello la llave de casa y pasan solos el resto de la jornada, frecuentemente ante el televisor, o niños superprotegidos a los que se les acompaña a todo sitio en todo momento...

P.- Autoridad, competencia y confianza eran las armas de los padres educadores. ¿Ya no sirven?

R.- ¡Claro que sirven! Lo que ocurre es que muchas veces, cuando escucho a los padres que vienen a mi despacho a lamentarse, tengo la sensación de que no sé quién es más adolescente, si los padres o los hijos. Hace un momento, donde tu estás sentada ahora, he tenido unos padres. Llegaron con un hijo de 14 años que entró el primero en mi despacho y sin mediar palabra se sentó en una de las dos sillas que hay. «Levántate de ahí, le dije, y deja ese sitio a tu madre». El chaval, obedeció al instante, y se corrió a la otra silla. «Ahí, tu padre. Tú de pie», tercié. Se levanto sin protestar. Le parecía lo más normal del mundo ocupar él el asiento. Luego hablé con unos y otros por separado. Los padres estaban asombrados, creían que eran unos buenos padres: «le damos lo que quiere, me decía el padre, le compramos ropa de marca con grandes esfuerzos porque aunque tengo un buen puesto de camarero en un buen restaurante, no me sobra la paga... Le paso 70 euros a la semana para sus gastos, su madre le compra una caja de tabaco rubio al día. Nada le basta y está comenzando a ser agresivo y ya no quiere ir a la escuela, no sabemos qué hacer con él...» El chico por su parte encontraba lo mas normal del mundo sus peticiones, eran sus padres y tenían que atender a sus necesidades...

P.- ¿Se querían?

R.- Escuchando al chico llegue a la misma conclusión que ya he llegado en otros casos. Son chicos que crecen en una gran desvinculación

afectiva. No es que rechacen a sus padres, es que no tienen con ellos vínculo afectivo alguno.

P.- ¿Y eso ocurre en toda circunstancia?

R.- Esta desvinculación y las consiguientes agresiones no se dan en los niveles socioeconómicos bajos, no se da entre los gitanos... Se da sobre todo en hijos únicos, o en hijos que han tenido una equívoca relación edípica con su madre, una ambigua relación en la que la madre le consiente todo, permite que duerma en su cama, y no hablo de relación incestuosa, pero sí como una situación que el chico vive como diciendo «soy el rey de la casa». También algún niño que ha sido maltratado y cuando es mayor lo devuelve y pega a su madre. También porque ve que su padre pega a su madre para obtener dinero y el hijo hace otro tanto para obtener lo que quiere. En casos de separación mal llevados en los que el padre le dice al chico, «no hagas caso a tu madre, es una loca», y cuando su madre le obliga a ducharse, a estudiar, a llegar a la hora a casa, se rebela, da un portazo, da un empujón, y si ve que no hay respuesta, se crece y va a mayores.

Primero yo y siempre yo

P.- ¿Pasa con padres adoptivos?

R.- Poco pero pasa. Pasa con esos padres adoptivos que se creen sin fuerza moral para educar. «Si se me enfrenta, a fin de cuentas no soy su padre...», se dicen, y ahí mismo está el problema: es el padre el que no se ha terminado de creer que realmente sí es el padre, no ha asumido sus responsabilidades de padre... De todas formas, el grupo principal que yo trato en mi consulta no provienen de estos sectores que hemos hablado sino entre hijos de nuevos ricos.

P.- ¿Nuevos ricos?

R.- Si, ese hijo de padres que han llegado a tener un poder adquisitivo que sus padres no tuvieron y que quieren dar a su hijo todo lo que ellos no tuvieron. Este hijo es el rey de la casa: primero yo, luego yo y siempre yo... Se admiten con normalidad cosas fuera de todo sentido. Mi mujer y yo cenamos la otra noche con un grupo de amigos. Sonó un móvil de uno de los reunidos. «Me tengo que ir, lo siento, pero tengo que recoger a mi hijo de la discoteca y no me lo había advertido antes...» Son niños que hacen y deshacen y disponen de los padres para todo sin pararse a consultar primero. La filosofía es lo que quiero, lo quiero ya, ahora mismo. Lo lleva pidiendo así desde que era un crío enrabietado. A los 4 años, hace gracia y la gente que le rodea, padres, abuelos... se ríe y le da lo que quiere. A los 7 años, un buen día, pega una patada a su madre porque no le da lo que quiere y no pasa nada: «cosas de críos». A los 13 el niño se ha convertido en el tirano de la casa, dice que no le da la gana ir al colegio y vuelve a las tantas, piensa que su casa es un hotel en el que entra y sale cuando quiere, abre la nevera y come cuando y cuanto quiere. Marca su territorio constantemente desbordando a sus padres, a su madre sobre todo, porque esos padres no suelen ni aparecer...

Jamás han sufrido un castigo

P.- ¿Y qué hace la Fiscalía cuando vienen padres a pedir ayuda?

R.- A veces si la relación con sus padres está muy emponzoñada, lo mejor es separar al chico, distanciarlo de sus padres y enviarlo a otro núcleo familiar, a un tío.... Son chicos que jamás han sufrido un castigo y ese primer castigo les impacta mucho. Nosotros sabemos que los chicos son los chivos expiatorios de una relación fallida, algo ha fallado en su entorno, hay que volver a restablecer los lazos familiares de respeto y afectos perdidos. El problema es que muchos padres que vienen aquí pidiendo ayuda, no saben en realidad lo que quieren porque cuando el problema es serio y les proponemos hacernos cargo del chico, se retraen. «No, no, te dice el padre, es que parece como si le hubiéramos denunciado» «Oiga, les digo, es que usted lo está denunciado porque si no lo denuncia no puede entrar aquí».

P.- ¿El encierro es necesario?

R.- No siempre. A veces basta enviar a los servicios sociales cuyos profesionales estudian la situación, ven cómo se manejan los conflictos, por qué se calientan las cosas, que errores hay por medio... Y entonces empieza una terapia de recuperación.

P.- ¿Se puede obligar a querer?

R.- Esa es la cuestión. No puedes obligar a querer. Tenemos padres que no saben ser padres. Más aún: nos encontramos con adultos que no son adultos y que siguen anclados en una adolescencia inmadura. El chico lo sabe y busca fuera ese norte, esa orientación que todo chico necesita. Lo busca en la calle, en las pandillas, en la droga... Por eso es bueno que los padres se cuestionen sobre ellos mismos: ¿son un buen ejemplo? porque hasta la adolescencia son los principales referentes de sus hijos. Por eso siempre he creído que para evitar futuros comportamientos violentos no hay nada tan rentable como la prevención con los niños más pequeños. Es en el hogar donde se puede variar el perfil arisco del mundo, si en ese hogar brilla el cariño, la comprensión y el respeto ˜

Características familiares y habilidades sociocognitivas en niños con conductas disruptivas


El desarrollo de las habilidades sociocognitivas en los niños tiene su base en las prácticas de crianza familiar, en los estilos de resolución de problemas entre sus miembros y en las estrategias autorregulatorias de la dinámica familiar. En este estudio se compararon las habilidades cognitivas infantiles para la solución de problemas interpersonales en niños con y sin conductas disruptivas de zonas socialmente vulnerables de Mendoza - Argentina y se exploraron las características familiares de ambos grupos de niños. Se evaluó a 60 niños de ambos sexos, entre 8 y 10 años de edad: 30 con Conductas Disruptivas y 30 sin ellas. Para la detección de los niños con y sin conductas disruptivas se utilizó la Guía de Observación Comportamental para niños (Ison & Fachinelli, 1993). Las habilidades sociocognitivas infantiles fueron evaluadas por medio del EVHACOSPI (García Pérez & Magaz Lago, 1998) y se entrevistó a los padres de los niños para obtener información sobre las características familiares. Los resultados mostraron que los niños con conductas disruptivas presentaron mayor dificultad para definir una situación problema, para elegir alternativas adecuadas y tomar decisiones pertinentes, en comparación con los niños sin ellas. En las familias de niños con conductas disruptivas predominó un estilo vincular agresivo, conductas negligentes físicas y psicoafectivas y disciplina parental rígida. Nuestros resultados muestran que los modelos familiares disfuncionales favorecen la aparición y mantenimiento de déficits en ciertas habilidades sociocognitivas implicadas en la autorregulación de la conducta infantil. El detectar estos déficits posibilita diseñar programas psicoeducativos tendientes a la prevención de futuros desajustes psicosociales.
¿Aumentan contenidos educativos en TV infantil?



Conductas disruptivas

En la medición del Barómetro de la Calidad de la Programación Infantil se incorporó por primera vez la presencia de conductas disruptivas, es decir, egoísmo, deshonestidad, manipulación e insolencias, entre otras. Estas representaciones aparecen en el 77% de los capítulos. "Hay una tendencia de la industria que tiene que ver con la aparición de los tweens y con una mirada más irreverente de los personajes de la programación infantil hacia el poder, la autoridad, los profesores y los padres. Se ve una cierta rebeldía que se está reflejando y que antes no existía", acota Patricia Politzer. Pero, si bien la presencia es alta, sólo en un 6% es relevante en la acción del programa, mientras que el 42,2% y el 51,8% es irrelevante y medianamente relevante, respectivamente.

Para Dolores Souza, sicóloga y directora de estudios del CNTV, "es novedoso cómo se presenta la relación con los adultos de modo más horizontal, aunque es difícil separar cuándo es irrespetuoso o gracioso y horizontal".

Violencia irrelevante

Uno de los indicadores que dejó conforme al Consejo es que la violencia en los programas para niños en más bien irrelevante. "La que se muestra es a veces lúdica, marginal, se presenta de manera incidental dentro del capítulo, pero no como elemento central", indica Patricia Politzer.

Esto se ve en especial en los programas de producción nacional, que son los que menos exhiben estos contenidos, en comparación con los extranjeros.

Estudio muestra que hay pocos programas para preescolares

Uno de los grupos abandonados por la programación infantil son los preescolares. "La industria debería hacer un esfuerzo porque hay pocos programas para menores de cuatro años", indica la presidenta del Consejo Nacional de Televisión, Patricia Politzer.

Aunque admite que es preocupante que niños de menos de dos años estén viendo TV, indica que al menos deberían estar expuestos a programas adecuados a su edad.

Entre las razones de este vacío está el costo de estas series: "La producción para preescolares es de alto nivel, por lo que es más cara. Son programas más complicados en sus guiones y producción", detalla. Advierte que, pese a que son pocos (6,6% de la programación de TV abierta), son de alta calidad, sin violencia y con un contenido mínimo de lenguaje inapropiado y conductas disruptivas, las que -además- son irrelevantes.


Fuente: www.latercera.cl, Tendencias, 11 de agosto de 2005.

Sólo grandes cambios sociales pueden frenar el crecimiento de los trastornos del comportamiento en menores



MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -


Sólo grandes cambios sociales pueden frenar el crecimiento de los trastornos del comportamiento en menores en España, según informó hoy la Fundación O Belén en relación a la celebración del IV Congreso Internacional sobre Trastornos del Comportamiento en menores, celebrado en Palma de Mallorca el pasado fin de semana.

Así, los expertos señalaron que "es necesaria la realización de cambios necesarios en todos los ámbitos y no sólo en lo que afecta a la protección del menor".

El presidente de la fundación, Emilio Pinto, señaló que estos trastornos en menores "son uno de los mayores problemas que sufre nuestra sociedad, que requiere una intervención eficaz, urgente y coherente que involucre a todos los agentes sociales y que, de no actuar a tiempo, esto producirá un grave deterioro en nuestro tejido social".

Asimismo, se dio especial relevancia a las terapias de ayuda para los trastornos de conducta que pueden ser aplicadas en la escuela, el entorno familiar, la salud y los sistemas de protección y justicia.

A continuación, los expertos informaron que los trastornos neuropsiquiátricos podrían elevarse en un 50 por ciento para el año 2020 y ser una de las cinco causas más comunes de morbilidad, mortalidad e incapacidad en menores. Según los datos, en España existen entre 620.000 y 780.000 menores afectados con trastornos del comportamiento, que representan entre un 7 por ciento y un 8 por ciento del total de los menores españoles, y se calcula que hay 1.300.000 con riesgo de padecerlos.

MEDIDAS PARA FRENAR EL CRECIMIENTO DE ESTOS TRASTORNOS EN MENORES.

Durante el congreso, se propusieron diez medidas "necesarias para prevenir y responder a las preocupaciones que plantea el creciente fenómeno de las conductas disruptivas en menores y avanzar así en la solución de un problema social cada vez más acuciante", señaló la fundación.

Entre estas medidas, se propuso la universalización del acceso gratuito a los servicios públicos de atención especializada en trastornos del comportamiento a todos los menores en riesgo y no sólo a los que están dentro del Sistema de Protección o Reforma; y la potenciación del trabajo en red, involucrando a las Administraciones sociales, sanitarias, educativas y judiciales en la búsqueda de respuestas.

En la misma línea, la organización reclamó la disposición de recursos para el tratamiento de los casos graves y de servicios de consultoría en los casos leves y moderados, y una investigación cualitativa y cuantitativa en este ámbito que sirva de base de formación y capacitación de quienes están en contacto con el problema.

Asimismo, se promovió la creación de un observatorio de estos trastornos, una plataforma de coordinación, conocimiento y apoyo a las familias y profesionales del sector mediante un teléfono de atención y el soporte informático necesario, involucrando a instituciones públicas y privadas.

Además, el organismo apuntó hacia la reflexión y valoración "adecuada" antes de ingresar a los menores en centros de reforma, "al no ser éstos los lugares adecuados para el tratamiento de estos trastornos", y se propuso "la no estigmatización de los menores con diagnósticos alarmantes e inamovibles".

Finalmente, se aconsejó el análisis de la intencionalidad de un comportamiento para discernir entre la pertenencia o no a lo patológico, ya que no todos los comportamientos se identifican con un trastorno; y la sensibilización a la sociedad, a través de los medios de comunicación y de las instituciones implicadas.



Desamparo de las familias por falta de respuestas de los poderes públicos

Los menores con trastornos de conducta se han convertido actualmente en un grave problema social, cuyas consecuencias trascienden a las propias familias para recaer también sobre el vecindario, la escuela, el sistema sanitario o, incluso, los Tribunales de Justicia. Pero se trata además de un problema que rompe las tradicionales barreras sociales para afectar a familias de todas las capas y estratos sociales. A este respecto, sorprende el creciente número de casos de menores integrados en familias perfectamente normalizadas, no encuadrables en supuestos de desprotección, y que no obstante se muestran impotentes para contener los problemas conductuales del menor a su cargo.
La recepción de un número importante de quejas que mostraban el desamparo de las familias ante la falta de respuesta de los poderes públicos a sus repetidas demandas solicitando ayuda para afrontar los trastornos conductuales de sus hijos, llevó a esta Institución a plantearse la necesidad de iniciar una investigación para conocer en profundidad la situación en que se encontraban los menores andaluces afectados por algún tipo de trastorno del comportamiento.

lunes, 24 de marzo de 2008

4 Tipos de conflictos disruptivos en el aula (Cerezo)

1. Conflicto de rol: no todos tenemos la misma idea de cuál debe ser lafunción desempeñada por cada uno de los actores que se muevendentro del contexto escolar.
2.Conflicto de personalidad: este conflicto se produce al existir discrepanciasentre las necesidades del sujeto y sus posibilidades reales desatisfacerlas.
3.Conflictos entre los valores culturales fuera del aula y las expectativasinstitucionales, sobre todo del profesorado, dentro de ella. Por unlado, el profesor educa en valores, mientras la sociedad prioriza elhedonismo y la consecución inmediata de las metas, lo que provocaincongruencias muy difíciles de entender por parte del alumnado.Santos (1994) lo explica muy bien cuando habla de la contradicciónentre educar en valores y educar para la vida. De hecho, podemospreguntarnos: ¿le enseñamos a nuestros alumnos contenidos útilespara desenvolverse en la sociedad en la cual viven?
4. Conflictos entre las expectativas que genera el rol que uno ocupa y lapropia personalidad del individuo, por lo que el sujeto debe decidirentre una mala integración personal o una mala adaptación al rolasignado en la clase.

Preguntas para una investigación a un adolescente disruptivo

Para entender por qué ocurre el mal comportamiento o conductas disruptivas, en las aulas, debemos saber que todo comportamiento o conducta tiene un propósito. Antes que nada debemos entender que la conducta es cualquier cosa que hacemos o decimos. Todos tenemos muchos y diferentes comportamientos durante todo el día y todos tienen una razón. Para encontrar la razón podemos empezar por preguntarnos cuál es la ganancia, o sea, ¿qué es lo que la persona obtiene cuando tiene ese comportamiento? El responder a esta pregunta nos ayuda a saber como responder a la conducta.



¿ quiere atención?
¿ está tratando de mantener o tener control de la situación para sentir menos ansiedad?
¿ quiere una actividad o un objeto?
¿ está tratando de distraerse de algún sentimiento desagradable?
¿ está tratando que termine una actividad o una situación?
¿ está tratando que lo dejen solo?
¿ necesita ayuda para hacer algo?
¿ se siente asustado, ansioso o inseguro de qué hacer después?

Con estas preguntas podemos comenzar una investigación a un adolescente disruptivo

sábado, 22 de marzo de 2008


Un videojuego propone el acoso escolar a profesores y compañeros


Si polémico fue 'GTA: San Andreas', aquel videojuego en el que uno se tranformaba en delincuente sin escrúpulos, tanto o más va a ocurrir con 'Bully'. En este caso Rockstar Games ha ideado un juego en el que uno puede vivir el acoso escolar y su venganza. Se trata -efectivamente- de liarse a puñetazos y otras cosas con los más malos (o buenos) de la clase.


Bully ha sido un juego acompañado por la polémica desde los inicios de su desarrollo. Como su propio nombre indica, la temática del juego es el 'bully', es decir, el acoso escolar. En el juego, se nos propone tomar el papel del joven Jimmy Hopkins, un joven estudiante que se dedica a coaccionar tanto a profesores como a sus compañeros de clase.
Según informa The Game Tribune, Rockstar Games ha confirmado que, pese a la polémica, 'Bully' sigue en pleno proceso de desarrollo, aunque saldrá sólo para PlayStation 2 al cancelarse la versión para Xbox.
En EEUU, distintas asociaciones han llegado a comparar al protagonista del videojuego con los autores de la masacre de Columbine, en la que murieron veinte alumnos a mano de dos estudiantes.

Apología de un delito
La Asociación Contra el Acoso Escolar de Catalunya (Acaecat) ha reclamado a las autoridades españolas que prohíban la comercialización, a finales de este año, de 'Bully' por hacer "una clara apología del acoso escolar". Esta entidad considera que este juego "ha sido creado por una mente que, retorcidamente, busca únicamente un lucro económico".
En un comunicado, Acaecat -que ya denunció la existencia de este videojuego en octubre y solicitó al Gobierno que prohibiera su comercialización- denuncia que Rockstar Games empezará a vender el juego 'Bully' para PlayStation 2 a finales de 2006, coincidiendo con la campaña comercial para la Navidad, que concentra la mayoría de ventas de los juegos infantiles.
Además, denunció la supuesta apología del acoso escolar ante el Defensor del Pueblo y solicitó ayuda al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo en Catalunya) y a la Asociación de Distribuidores de Videojuegos, poniéndose a disposición del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, entre otros organismos.

Los casos de acoso escolar de menores de 14 años superan a los causados por mayores


El número de delitos y agresiones en menores de 14 años que llegan a los juzgados ya supera a los protagonizados por alumnos que sobrepasan esta edad. La fiscal de Menores de la Rioja, Esther Alesanco, afirma que en estas etapas tempranas los alumnos también son objeto de acoso escolar y de conductas humillantes por parte de compañeros, algunas de las cuales le han llegado a sorprender personalmente por la corta edad de sus autores.
"Hay niños de 8 y 9 años que han llegado a dar patadas, collejas, golpes e, incluso, bajar los pantalones a otros de su clase. Ellos lo pueden llegar a entender como un juego, pero la víctima puede llegar a sufrir mucho", señala convencida de la necesidad de intervenir en estas situaciones, si bien reconoce que la Justicia no puede hacer "absolutamente" nada en estos casos porque se trata de menores de edad. La fiscal admite que las denuncias se archivan y lo que se hace es dar testimonio a los servicios sociales para que tomen medidas de protección respecto del menor infractor e informar al centro de la situación.
Donde sí se actúa y con un interés creciente por combatir este fenómeno es cuando se presentan denuncias por acoso escolar en estudiantes mayores de 14 años. En estos casos, Esther Alesanco ha tomado la decisión de recibir a los padres. "Me gusta hablar con la familia del niño acosado, porque generalmente da más detalles de los que trascienden en el expediente. El siguiente paso es tomar declaración en los juzgados a los menores implicados y, finalmente, ponerlos en manos de nuestro equipo técnico de psicológicos y asistentes sociales que es quien decide qué medida imponer".
La mayor parte de las veces las instrucciones que se dictan son de carácter pedagógico y gracias a la intervención del colegio, la mediación familiar y muchas veces después de cambiar de centro, la Fiscalía deja de intervenir. Pero en situaciones extraordinarias, cuando las anteriores instancias no pueden frenar la situación y el caso reviste gravedad se celebra un juicio y se sigue el mismo punto de partida que en situaciones de violencia de género.
En La Rioja ya se han dictado las primeras sentencias que obligan al agresor a mantenerse alejado de su víctima. "La medida que se aplica es la de libertad vigilada con orden de alejamiento y esto implica que el menor debe abandonar el colegio. Decidir quién no es fácil, porque trasladar al agresor supone trasladar el problema". Los padres de los escolares alfareños han mostrado su preocupación por los casos de acoso en las aulas, conocidos como "bullying". Así al menos se desprende de la última encuesta realizada por la técnico municipal en prevención de drogodependencias, Ana María Bermejo, entre 400 progenitores de niños que cursan estudios entre quinto curso de Educación Primaria y cuarto de Secundaria.
"La encuesta -explica la técnico- trataba, por una parte, de conocer el interés de los padres sobre diferentes temas educativos, de prevención de conductas adictivas y cuestiones de actualidad y, por otra, de averiguar las actividades que les parecían más interesantes con el fin de recibir información al respecto". Bermejo afirma que después de analizar las 400 encuestas realizadas, "los resultados han mostrado que los temas considerados como más relevantes son el acoso escolar, con el 63 por ciento; la comunicación y los conflictos con los hijos adolescentes, con el 58 por ciento, seguido de la forma de abordar con los hijos el problema del consumo de drogas, con el 53 por ciento".
En cuanto a las actividades preferidas por los padres, destacan la atención personalizada en los centros, el envío de documentación al domicilio y las conferencias y talleres. "Debemos señalar -afirma- que el análisis de los datos de esta encuesta servirá de base para confeccionar el programa de la escuela de padres y madres del año próximo".