viernes, 25 de abril de 2008

http://es.youtube.com/watch?v=ZRRtWyQU9eI

«Los padres deben saber que aunque sus hijos no paguen por sus actos, ellos sí lo harán» ITSASO ÁLVAREZ


«La sociedad no proporciona facilidades para que los padres eduquen a sus hijos. La falta de tiempo, la adecuación de horarios... dificultan su función educadora», dice un psicólogo. / BERNARDO CORRAL

La agresión se produjo en un cambio de clase. No hubo acoso previo. El chico 'débil', «el típico niño bueno, más bien cortado», contestó a algo que le dijo su agresor. Éste ya había tenido otros altercados en el colegio y esta vez fue expulsado por reaccionar al comentario con un puñetazo; le partió dos dientes al muchacho. «Es un chico normal, de un barrio cualquiera. Vivía con su madre y era algo mayor que su compañero, porque repetía curso», relata Rosario Camino. La letrada que ha defendido durante el proceso al menor agredido evita dar detalles.

Sucedió en noviembre de hace casi cinco años atrás, en un instituto sevillano, que hoy ha cerrado sus aulas y luce reconvertido en centro de profesores. El fallo judicial emitido por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Sevilla que ha trasladado al presente los hechos considera la del chaval una «conducta violenta y excesiva» y regaña a la madre del mismo -condenada a pagar 14.000 euros en concepto de daños morales y gastos de ortodoncia- con una «severidad» que incluso ha cogido de sorpresa a la abogada Camino.

martes, 22 de abril de 2008

Respuestas y Soluciones de un Informe Especial de la Junta de Andalucía

El Informe Especial incluye un conjunto de propuestas en forma de Recomendaciones y Sugerencias, a través de las cuales se intenta mejorar la respuesta de los poderes públicos andaluces ante el grave problema que actualmente presentan los menores con menores disruptivos. Entre estas propuestas destacamos las siguientes:
Que en el marco de los estudios sobre la salud mental de la población en Andalucía se elabore una investigación que permita conocer los datos básicos sobre la incidencia real del problema de los trastornos conductuales entre los menores andaluces, partiendo de la información existente actualmente en las Administraciones sanitaria, educativa, social y judicial.
Que de forma coordinada entre las diferentes Administraciones implicadas en la materia se elabore un plan de intervención en menores con problemas conductuales, que contemple todas las cuestiones relativas a la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de los menores afectados por estos trastornos.
Que se establezcan procesos formativos específicos destinados a los profesionales sanitarios, educativos y de servicios sociales que posibiliten una mejora en la detección temprana de los menores que padezcan trastornos de conducta.
Que se establezcan acuerdos de coordinación entre las Consejerías de Salud, Igualdad y Bienestar Social y Educación para la creación de equipos conjuntos de profesionales que bajo la dirección del profesional sanitario, tendrán como misión la valoración y diagnóstico de los menores que presenten indicios de padecer algún tipo de trastorno conductual.
Que por la Consejería de Salud se complemente la red de recursos públicos destinados a la intervención con menores afectados por trastornos conductuales de forma que contemplen todas las opciones terapéuticas que puedan precisar estos menores, incluida la creación de centros de atención global (terapéutica, educativa, social) sobre el modelo de comunidades terapéuticas para aquellos adolescentes con trastornos más graves para los cuales no esté indicado ninguno de los recursos actualmente disponibles.
Que en aquellos casos en que el plan de intervención destinado a un menor afectado por un trastorno conductual no implique su ingreso en un recurso específico y el mismo permanezca en su entorno habitual, familiar, educativo y social, se establezca un plan de seguimiento del mismo que incluya la supervisión del tratamiento del menor en los ámbitos educativo y social por parte del profesional sanitario correspondiente.
Que los recursos gestionados por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social para el desarrollo de los programas específicos "graves trastornos de conducta" o "grave discapacidad", pasen a ser incluidos dentro de la red de servicios sanitarios y gestionados por la Consejería de Salud, ofreciéndose los mismos a todos los menores que los precisen, estén o no tutelados por la Administración.
Que los recursos gestionados por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social para el desarrollo del programa específico "graves trastornos del comportamiento" se integren dentro de la red de recursos públicos sanitarios dependiente de la Consejería de Salud, aunque su gestión directa pueda seguir realizándose por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, y se ofrezcan los mismos a todos los menores que los precisen, estén o no tutelados por la Administración.

martes, 8 de abril de 2008

''Los objetores escolares'', pedantemente llamados 'Alumnos de conductas disruptivas

OPINION · LUIS AZCARATE en DDN 29 Nov La extensión de la escolarización obligatoria, establecida por la LOGSE, es el logro más apreciado del progresismo educativo. Sin embargo, tras una década de aplicación, hay que denunciar bien alto que la uniformidad de la enseñanza obligatoria constituye en la práctica una amenaza insalvable para la convivencia escolar.


Un porcentaje nada desdeñable de adolescentes se muestran completamente refractarios a la institución educativa. Sienten el colegio o el instituto como una cárcel, como un campo de concentración en que se les tortura diariamente. En el mejor de los casos reaccionan con la objeción estudiantil: se niegan a aprender. Pero con mucha mayor frecuencia se convierten en enemigos del sistema, y se dedican a boicotear las actividades lectivas, a hostigar a los profesores, a maltratar a los compañeros, a dinamitar la convivencia escolar.

Va siendo hora de que, dejando de lado demagógicos planteamientos igualitaristas, se proceda a diversificar la oferta educativa. Probablemente resultará más cara y compleja que la fantasmagórica «atención a la diversidad» actualmente vigente. Pero hay que intentar que cada alumno encuentre su lugar bajo el sol escolar, sin imponerle por la fuerza un presunto derecho contra el que se rebela abiertamente. Sólo así dejará de ser un potencial activista violento y podrá convertirse en sujeto positivo de convivencia.

La escuela "casa de tocame Roque"
Pero la convivencia en las aulas no podrá afianzarse mientras no se redefina adecuadamente la misión de la institución escolar. De un tiempo a esta parte la escuela se ha convertido en lo que algunos llaman «espacio privilegiado de convivencia» y otros denominan, con más precisión, casa de tócame Roque. En no pocas ocasiones, los centros docentes apenas son otra cosa que guarderías indiscriminadas. Y así nos va. El mismo José Saramago advertía recientemente que la escuela está para «instruir», y que «se ha sustituido de manera errónea la palabra "instrucción" por "educación"», con las funestas consecuencias que todos lamentamos.

Cuando uno va al circo, paga para que le entretengan. Pero si ingresa en un hospital, lo que pide son expertos cirujanos, no cómicos que le cuenten chistes. De igual manera, quien cruza los umbrales de un centro docente, debe tener muy claro que allí se va a aprender, que el aprendizaje es costoso pero liberador, y que la instrucción sólo puede conseguirse en condiciones de tranquilidad, de sosiego y de respeto mutuo. Mientras esto no se tenga en cuenta -y quienes deben comprenderlo antes que nadie son los miembros de la Comisión de Escolarización- el edificio de la convivencia escolar carecerá de cimientos sólidos.
+ www.diariodenavarra.es

Juzgado de Menores impone a un menor 80 horas de servicios por desorden público y vandalismo

El Juzgado de Menores de Burgos ha impuesto a un menor la realización de 80 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad, al considerarle autor material de un delito de desórdenes públicos y una falta de daños, por su participación en los actos vandálicos de Eladio Perlado el pasado 18 de agosto. El expedientado tendrá que asumir además el pago de las costas procesales causadas.
La juez considera probado que el menor participó en una asamblea vecinal el día de los hechos, contraria al inicio de las obras de construcción del aparcamiento en el Colegio San pablo, y que después se dirigió hacia el perímetro de las obras del citado parking. La sentencia también considera probado que este joven contribuyó al derribo de las vallas de las obras, en el insulto y amenazas que se profirieron contra los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local, y en el corte de tráfico. En el apartado de hechos probados la juez detalla que el grupo en el que se encontraba el acusado volcó varios contenedores de reciclaje y lanzó botellas de cristal y otros objetos contra los agentes, además de incendiar contenedores de basura, una caseta de obra y mobiliario urbano.
La resolución judicial reconoce que el menor pertenece a una familia “normalizada”, compuesta por ambos padres y dos hermanos, con una estructura estable e integrada, “capaz de implantar normas y proporcionar al menor los recursos necesarios para una educación adecuada y de ofrecer apoyos afectivos suficientes”. También considera que este joven participa “escasamente en la dinámica familiar”, y que es “un tanto anormativo en el cumplimiento de horarios”. Según describe la resolución, el menor cuenta con “un notable” retraso escolar, y su comportamiento comienza a ser “disruptivo”, y ha sido expulsado de dos institutos.
La juez concluye que el joven necesita mejorar su autoestima, confiar en sus capacidades y aprender técnicas que le ayuden a controlar su impulsividad, así como que si existe implicación del menor en los hechos “se trataría de algo coyuntural en su repertorio conductual habitual, motivado por la presión del grupo y otros factores situacionales”. Contra esta resolución cabe un recurso de apelación en los cinco días siguientes al de su notificación ante la Audiencia Provincial de Burgos.

Tres jóvenes vejan a un discapacitado y lo difunden en Youtube

JESÚS GARCÍA - Barcelona - 03/04/2008

Jaime Barbero ha padecido humillaciones toda su vida. El hombre, que sufre una disminución psíquica severa y tiene 46 años, sigue recibiendo golpes e insultos de algunos jóvenes de Martorell (Barcelona). Con una diferencia: los tres chicos que le molestaban últimamente se dedicaban, además, a colgar sus fechorías en Youtube, el popular portal de vídeos de Internet. Los jóvenes obligaban a Jaime a romper baldosas con la cabeza, a hacer flexiones y a consumir drogas, mientras grababan la escena con sus móviles. Ahora están detenidos.

La hermana del discapacitado descubrió los vídeos -ocho, en total- y denunció el caso. En las imágenes se observa cómo los chicos ofrecen a Jaime hachís a cambio de que actúe para ellos. Agentes de los Mossos d'Esquadra identificaron a los tres implicados: Sergi S. G., de 22 años, Josep F. C., de 23, y Juan C. M., de 22, todos vecinos de Martorell. Están acusados de delitos contra la integridad moral, la salud pública y de trato vejatorio.

La víctima es muy conocida en el barrio. Trabaja en un centro especial y los fines de semana pasear por la zona.

Periódico El País

lunes, 7 de abril de 2008

El gran padre vigila la red

Una experta en internet presenta una guía sobre los riesgos del ordenador y el móvil en menores y las herramientas de control de que disponen sus progenitores.

PELIGRO EN LA RED. Una niña observa un ordenador acompañado de su madre

«Quizá su hijo nunca buscará intencionadamente ver los senos delicados de una modelo. Pero puede que busque para un trabajo escolar la leyenda de las flores del mar y que se encuentre con una visión nada edificante de la anatomía de Mar Flores. Los niños necesitan ser protegidos del pederasta, del ladrón internacional pero a veces también de sí mismos». La anécdota contada por Juan V. Oltra, ingeniero informático, profesor de universidad y «padre preocupado», prologa el libro 'Técnicas de hacker para padres. Cómo controlar lo que hace tu hijo en el ordenador (Creaciones Copyright, 2008), de Mar Monsoriu Flor, un interesante, oportuno y práctico manual que pone a los padres en alerta sobre los riesgos del uso de internet y los móviles por parte de los menores y les aporta herramientas para protegerles. El peligro de los pederastas acecha en todas partes, pero puede que internet sea la ventana más abierta a todo tipo de riesgos, y no sólo para que dañen a los menores que desconocen aún cierta parte de la sociedad, sino para que ellos mismos no se conviertan en pequeños “delincuentes”.

La preocupación de las madres está más que fundada, en opinión de Monsoriu, experta en internet: «Llevo más de diez años recibiendo llamadas de gente cuyos hijos se han metido en algún lío. Padres que me llaman desesperados sin saber bien qué hacer cuando ven en una web una foto de su hija de 14 años en una pose súper provocativa. Cuando descubren que su niño de 8 años, en el perfil de Messenger, ha puesto información personal y sobre el hogar que puede poner en peligro tanto a él como al resto de su familia. Cuando los hijos reciben amenazas, cuando las menores tienen un cibernovio adulto, cuando los adolescentes se enganchan al ordenador y no hay forma de que se vayan a dormir a una hora razonable, o cuando los niños hacen pagar facturas descomunales de teléfono móvil a sus enfadadísimos padres».

Son sólo unos ejemplos. Hay muchos peligros, es cierto, pero también existen ayudas. En su guía, Monsoriu enseña técnicas de control y vigilancia -«de 'hacker' bueno», lo llama- para: programar el ordenador para que los hijos puedan usarlo sólo en el horario que los padres estimen oportuno, para limitar el tiempo de acceso a internet, decidir qué programas se instalan e impedir que los niños puedan instalar otros sin consentimiento, supervisar las webs que visitan, controlar las relaciones nuevas que los niños y jóvenes establecen en la red, vigilar todo lo que escriben en el Messenger y otros chats, e-mails, foros y blogs, o ver desde cualquier otro ordenador lo que hacen Auténtico espionaje de 'gran padre'.

Los datos anteriores son muy importantes y llamativos, además de para evitar algún tipo de peligro contra sus hijos, también para evitar conductas disruptivas indeseadas de la noche a la mañana. No sólo corren peligro ellos, sino todas aquellas personas queridas que conviven diariamente con el menor.

¿Quién puede poner la mano en el fuego por un hijo que puede aprender de “todo” en esta sociedad donde toda la información acecha las vidas de estos menores?